jueves, 20 de junio de 2019

Urias heteo. Un relato novelado. Fin



LA ENTRADA AL REINO



Vuelvo a recobrar la conciencia, esta vez la angustia desapareció, una gran paz se apodera de mi alma, sujeto la daga de mi padre con una mano y me toco los labios con la otra, pensando en el último beso que le di a mi amada esposa. Levanto y dirijo mi mirada hacia el montículo donde se encuentra el Arca, reluciente nuevamente, y mirándola, la luz cada vez se hace más y más intensa, ya no siento dolor sino una inmensa sensación de gozo y bienestar, y escucho estas palabras, las últimas de mi existencia sobre la tierra:

“Bien hecho mi siervo, tu honestidad y servicio tendrán su eco en la eternidad y tu nombre será reconocido para siempre como uno de los valientes de Israel. Entra al reposo de tu Señor”.


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