lunes, 15 de julio de 2013

El Amén.

    
 
  
      Se trata de una de las palabras más universales, "AMÉN". Se ha transliterado del hebreo al griego, y después al español, inglés, francés... en nuestras iglesias la usamos constantemente, y es por ello que sentí curiosidad por saber de dónde viene este vocablo y qué significa. Y como al estudiarlo me he sentido edificado, lo comparto para que también otros lo sean.

     Su raíz, la misma que la de la palabra "amán" tiene un significado relacionado con los conceptos, creer, fieles,verdadero.

     En las Escrituras no es una de las palabras que más se usen. En el Tanaj (lo que conocemos como el Antiguo Testamento, aunque en otra ocasión veremos que quizás no sea muy apropiado llamarlo "Antiguo" pues en él se describen acontecimientos totalmente actuales), aparece en momentos de gran solemnidad en los que el pueblo elegido se comprometía con el Creador o reconocía su grandeza, y lo alababa. Lo mismo puede decirse del Nuevo Testamento donde también es usada en declaraciones solemnes. Y es que, como veremos, no debe pronunciarse esta palabra alegremente, sin saber lo que se está diciendo.

     Cuando se usa al principio de la frase, se puede traducir por "en verdad", o "de cierto". Nuestro Señor la utilizó en este sentido en estos versículos:

     Mateo 5:18 "Porque de cierto (amén) os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido".

     Juan 3:3 "Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto (amén, amén) te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios."
 
      Lucas 23:43 "De cierto (amén) te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso."

     Cuando se usa al final de la frase, puede traducirse por "así sea", aunque hay autores que enseñan que si es el Señor el que habla, se debe traducir "así es y será", yo estoy de acuerdo con esa apreciación.

     Ejemplos de "así sea":

     En momentos en que se anunciaba un castigo para una actitud concreta, como vemos en Deuteronomio cap. 27, de donde tomamos como ejemplo el vers. 15 "Maldito el hombre que hiciere escultura o imagen de fundición, abominación a YHVH, obra de mano de artífice, y la pusiere en oculto. Y todo el pueblo responderá y dirá: Amén (así sea)". O cuando Nehemías reprendió a los usureros entre el pueblo (Neh. 5:13) "...Además sacudí mi vestido, y dije: Así sacuda Dios de su casa y de su trabajo a todo hombre que no cumpliere esto, y así sea sacudido y vacío. Y respondió toda la congregación: ¡Amén! (así sea) y alabaron a YHVH. Y el pueblo hizo conforme a esto."

     En momentos de regocijo, como cuando David trasladó el Arca a Jerusalén. 1ª Crónicas 16:36
"...Bendito sea YHVH Dios de Israel, de eternidad a eternidad. Y dijo todo el pueblo, Amén, y alabó a YHVH".

     En momentos de quebrantamiento de corazón y gratitud al Eterno, como cuando Esdras leyó el libro de la ley desde el amanecer hasta el mediodía, tras el exilio babilónico, en presencia de hombres, mujeres y de todo aquel que pudiese entender. (Neh. 8:6) "...Bendijo entonces Esdras a YHVH, Dios grande. Y todo el pueblo respondió: ¡Amén! ¡Amén! alzando sus manos; y se humillaron y adoraron a YHVH inclinados a tierra".

    Ejemplos de "así es y será".

     Tras la gran comisión (Mateo 28:18-20): "...Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo, enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén (así es y será)".
 
     Al final de la oración modelo (Mateo 6:13) "Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén (así es y será)".
 
     Según se desprende de 1ª Corintios 14:16, los creyentes de la iglesia primitiva, tomaron el ejemplo de lo antes expuesto y rubricaban con el Amén, las oraciones y acciones de gracias que se recitaban en medio de la congregación, y así ha llegado hasta nosotros: "Porque si bendices sólo con el espíritu, el que ocupa lugar de simple oyente, ¿cómo dirá el Amén a tu acción de gracias? pues no sabe lo que has dicho."
 
     Pero, hay algo más, y algo importante. Aparte de que estos fueran los significados de la palabra en cuestión, en hebreo, "Amén" es también un acróstico, es decir cada letra es, además, la inicial de otra palabra, como pasa por ejemplo con la ONU (Organización de las Naciones Unidas).
 
 



     El hebreo se lee de derecha a izquierda, la primera letra es Alef-A- y se traduce por El/Dios, la segunda es Mem-M- y es la inicial de Melek (Rey) y la tercera es Nun-N-, la inicial de Ne´eman (digno de confianza, confiable).

     Así pues cada vez que decimos, "Amén" estamos proclamando que El es el Rey Confiable.

     Sabiendo esto es que podemos entender mejor a lo que se refieren estos textos (los paréntesis son míos no figuran en las Escrituras):

     Apoc. 3:14 "...Y escribe al ángel de la iglesia en Laodicea: He aquí el AMÉN (El Rey Confiable), el testigo fiel y verdadero, el principio de la creación de Dios, dice esto".

     2ª Corintios 1:20 "...porque todas las promesas de Dios son en él Sí, y en él AMÉN (puesto que es el Rey Confiable), por medio de nosotros, para la gloria de Dios".
 
    2ª Timoteo 2:13 "Si fuéremos infieles, él permanece fiel; El no puede negarse a sí mismo." (Ya que Él es el Rey Fiel Digno de confianza).
 
     Como resúmen de todo lo anterior, podemos decir, que al pronunciar "Amén", es como si estuvieramos estampando nuestro nombre en una lista o un contrato, en el que nos comprometemos a hacer, apoyar o dar nuestra conformidad a lo allí expuesto. Y además, estamos dando gloria al Rey Confiable. Por lo tanto, creo que no es correcto el abuso que se da en ciertos medios evangélicos de esta palabra, no quiero decir que esto se haga a propósito, sino por desconocimiento. Pienso que debemos de pensarnos muy bien cuándo decimos el Amén, y no decirlo vanamente o sin fundamento, teniendo en mente lo que dijo nuestro Señor en Mateo 12:36 "Y yo os digo que de toda palabra vana que hablen los hombres, darán cuenta de ella en el día del juicio."
 
     Y para terminar creo que es apropiado reproducir los dos últimos versículos de las Escrituras, teniendo presente todo lo expuesto.
 
22:20 El que da testimonio de estas cosas dice: Ciertamente vengo en breve. Amén; sí, ven, Señor Jesús.
22:21 La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos vosotros. Amén.