viernes, 11 de marzo de 2016

¿QUÉ PASA EN EL MUNDO ÁRABE?




     Occidente está en guerra, dicen algunos, pero no lo sabe. Se refieren a la amenaza del terrorismo global. Aparte de esto; Oriente Próximo, es un constante polvorín a punto de estallar y provocar un conflicto a escala mundial.




     ¿Por qué tantas guerras en el mundo árabe? ¿dice la Biblia algo al respecto? Pues sí, aunque te parezca increíble hay mucha información en las Escrituras sobre la causa de estos terribles sucesos que podemos ver cada día en los telediarios. Quiero aclarar que no pretendo generalizar, seguro que la mayoría de las personas que viven en estos países son pacíficas, y ellos mismos son víctimas de los radicales (lo vemos a diario con la crisis de los refugiados), pero es innegable que hay algunos cientos de miles que son fanáticos extremistas que están causando mucho mal, igualmente es innegable la persecución contra los cristianos que se da en muchos de estos países por parte de violentos fundamentalistas islámicos, y es que, detrás de lo que se ve, hay un conflicto espiritual.

     Tenemos que remontarnos cuatro mil años atrás, para empezar a conocer de esta historia, a la época de Abraham. Pues éste tuvo dos hijos, que dieron lugar a naciones que han sido y serán importantes en el devenir histórico. Por un lado tuvo a Isaac, de su mujer Sara, de quien vienen los israelitas, el pueblo escogido para acoger las Escrituras y del que nació Yeshúa.

     Por otro lado, de Agar la sierva de Sara, tuvo a Ismael, quien es el padre de los árabes y así ellos lo reconocen.




     Y en Génesis 16:12, encontramos la primera profecía, referida al carácter que tendrían Ismael y sus descendientes:

"Y será hombre fiero; su mano será contra todos, y las manos de todos contra él, y delante de todos sus hermanos habitará."

        Nuestras traducciones dicen "hombre fiero", colocando el adjetivo "fiero" por detrás del sustantivo "hombre". Pero en el original  hebreo el adjetivo se coloca delante del nombre: PERE-ADAM (salvaje hombre). Este es el único caso que se da en la Biblia pues el hebreo funciona igual que el español en este sentido, el adjetivo suele ir detrás del sustantivo. Esto significa, que prevalecería en ellos la parte instintiva a la racional, (por eso es imposible dialogar,tal como decían los negociadores de la policía parisina ante los atentados que se produjeron allí) y que serían violentos y estarían en continuos conflictos, tal como vemos hoy día (Siria, Libia, Yemen...).

     Un poco más adelante en Génesis, encontramos el relato de la expulsión de Ismael y Agar por parte de Abraham, pues el primero molestaba a su hermano Isaac, en concreto el texto dice:

   "Y vio Sara que el hijo de Agar la egipcia...se burlaba de sus hijo Isaac" (Génesis 21:9)

     La palabra que se ha traducido por "burlarse" es "Metsajeq", y hace referencia a un pecado con consecuencias graves. Siempre que se utiliza esta palabra en las Escrituras hebreas, tiene que ver con alguna de estas tres cosas: Lujuria, violencia o idolatría. Así que Ismael no fue expulsado porque se burlase simplemente del hermano, sino que de alguna manera estaba o bien intentando abusar de él de forma física o violenta o le estaba incitando a actuar de forma abominable (Ismael era ya un adolescente o joven, pues le llevaba unos 13 años a Isaac, la imagen confunde un poco).





     Estas tres características se dan en estos árabes extremistas; lujuria pues esclavizan a las mujeres, violencia que utilizan gratuitamente contra prisioneros o cualquiera que no piense como ellos e idolatría porque adoran a otro dios.


     De la misma forma que en la antigüedad Ismael atacó a Isaac, en la actualidad, Israel está rodeada de enemigos, descendientes de Ismael, que tarde o temprano, siempre intentan atacarla (también muchos de los atentados en Europa han sido dirigidos contra intereses judíos).


     Continuando en Génesis, encontramos otro dato muy importante que necesitamos conocer al analizar las profecías que vamos a ver a continuación. Se trata del nombre del segundo hijo de Ismael, que era "Cedar" (Génesis 25:13). 


     Pues bien, según el sabio judío Maimónides, es de Cedar que proviene el profeta al que ellos siguen. Sabiendo esto, es muy interesante observar la profecía del Salmo 120, escrita hace 3.000 años:


"¡Ay de mí, que estoy desterrado en Mesec, y habito entre las tiendas de Cedar!...Yo estoy por la paz y si hablo ellos están por la guerra."


      Mesec parece ser una zona de influencia rusa, donde los judíos no lo pasaron bien, no vamos a entrar en ello. Pero Cedar hace referencia a los descendientes de Ismael, los árabes. David nunca habitó entre ellos y el grito "¡Ay!" en hebreo denota angustia. El salmista estaba profetizando los sufrimientos que los ismaelitas causarían a su pueblo en el futuro.


      También en la época de David, nos vamos a referir a una profecía que se está cumpliendo en nuestros días, desde que en 1948 existe de nuevo el Estado de Israel. Se trata del Salmo 83, que dice lo siguiente en los versículos 4 al 8 (los paréntesis son míos):


     "Han dicho: Venid, y destruyámoslos para que no sean nación, y no haya más memoria del nombre de Israel (frases similares se dicen todos los días desde 1.948, echar a los judíos al mar es el deseo de todos los árabes extremistas). Porque se confabulan de corazón a una, contra ti han hecho alizanza (en 1.948, 1967, 1.973... distintos países árabes se aliaron contra Israel). Las tiendas de los edomitas y de los ismaelitas, Moab y los agarenos; Gebal, Amón y Amalec. Los filisteos y los habitantes de Tiro. También el asirio se ha juntado con ellos.." (Se nombran diez naciones o grupos guerreros contra Israel, es curioso que en 1.948 también había un grupo similar de naciones o grupos armados contra el estado judío, que ocupan el territorio descrito en el Salmo: Egipto, Siria, Transjordania, Líbano, Irak, Arabia Saudita, Yemen, Santo Ejército, Ejército Árabe de Liberación y Hermanos Musulmanes).


      Alianzas de todas estas naciones a una contra Israel no se dieron en tiempos del rey David, que es cuando esta profecía fue escrita, pero sí se han sucedido en los últimos 70 años, y todo parece indicar que también acontecerán en un futuro próximo. El Salmista pide, a continuación, que Dios dé la victoria a su pueblo de igual forma que se la dio en tiempos de Gedeón, cuando los israelitas tuvieron gran victoria, estando en inferioridad. Esto ha pasado en las sucesivas guerras árabe-israelíes, quizás el ejemplo más llamativo sea el de la guerra de los seis días, cuando en una semana (duración profética como en Jericó) el ejército de Israel derrotó de forma fulgurante a los ejércitos de Egipto, Siria y Jordania.


     Pero la Biblia no sólo nos informa del pasado y del presente, sino que también nos indica el futuro. Para saber cuál será el final de este conflicto tenemos que retroceder de nuevo unos 3.500 años, al tiempo en el que Israel salió de Egipto. En el libro de Números encontramos una profecía de Balaam (una  especie de adivino pagano, al que acudían los reyes de la época, pero que tenía revelaciones del Eterno), que resulta sumamente interesante para el tema que nos ocupa: 



17»Yo lo veré, pero no en este momento;
lo contemplaré, pero no de cerca.
De Jacob saldrá una estrella;
un cetro surgirá en Israel,
que herirá a Moab en las sienes
y descalabrará a todos los hijos de Set.
18Edom será conquistado;
también Seír será tomado por sus enemigos.
Pero Israel realizará grandes proezas.
19De Jacob saldrá un conquistador,
y acabará con los que aún queden en la ciudad.»



      Israel seguirá en peligro y en constante lucha, hasta que venga "una estrella" que tendrá el cetro, el mando y que destruirá no sólo a las naciones vecinas (Moab, Edom, más adelante tambien nombra a Amalec, Asiria), sino a una alianza mundial (Noé fue descendiente de Set y de Noé surgieron las naciones después del diluvio).

    Esta estrella es Yeshúa (Apocalipsis 22:16), el cual prometió que volvería a venir a la Tierra, pero esta vez como Rey, para traer a juicio a las naciones. Antes de este regreso "todo Israel será salvo", clamarán a El y serán rescatados de todos sus enemigos. Israel no volverá a ser removida de su lugar. 

    Así que, cuando veas las noticias, considera que todo estaba anunciado de antemano. La Biblia no es un libro más. Léela y podrás alcanzar paz y redención para tu alma, arrepintiéndote de tus pecados y creyendo en Yeshúa, quien murió por tus pecados para darte vida eterna y reconciliarte con el Eterno, el Creador de todo lo que es y existe.