martes, 9 de octubre de 2018

YESHÚA, EL PROFETA.

     Los creyentes en el Mesías, solemos pensar en El como el Hijo de Dios, el Salvador de todo aquel que en El cree, y efectivamente eso es lo que significa su nombre: Salvador. Pero hay una faceta de Yeshúa a la que no prestamos tanta atención, me refiero a su ministerio como Profeta. En este blog vamos a ver cómo el Maestro hizo un resumen de los sucesos que iban a suceder poco tiempo después de finalizar su ministerio por un lado, y de las señales que anunciarían su segunda venida, por otro, con una precisión realmente asombrosa.

     Esta labor de Profeta, que tendría Yeshúa, ya estaba anunciada en las Escrituras, concretamente fue Moisés el que escribió acerca de esto en Deuteronomio capítulo 18.




“ Profeta les levantaré de en medio de sus hermanos, como tú; y pondré mis palabras en su boca, y él les hablará todo lo que yo le mandare.

Mas a cualquiera que no oyere mis palabras que él hablare en mi nombre, yo le pediré cuenta.” (Deut. 18:18-19).

      Un profeta como Moisés, el Eterno mostró grandísimos prodigios a través de él, por lo tanto el Profeta al que se refieren estos versículos, tendría que realizar también tremendas señales.

       Pero antes de analizar el texto, vamos a ver en los evangelios si Yeshúa tenía conciencia de ser Profeta:

“Y añadió: De cierto os digo, que ningún profeta es acepto en su propia tierra.” (Lucas 4:24).
“Sin embargo, es necesario que hoy y mañana y pasado mañana siga mi camino; porque no es posible que un profeta muera fuera de Jerusalén.” (Lucas 13:33).

     Efectivamente, vemos en estos textos, que El tenía conciencia de su labor profética. Y sus discípulos, ¿lo consideraban profeta?

"Felipe encontró a Natanael y le dijo: Hemos hallado a aquel de quien escribió Moisés en la ley, y también los profetas, a Jesús de Nazaret, el hijo de José".(Juan 1:45).
" Moisés dijo: El Señor Dios os levantara un profeta como yo de entre vuestros hermanos; a El prestareis atención en todo cuanto os diga. Y sucederá que todo el que no preste atención a aquel profeta, será totalmente destruido de entre el pueblo". (Hechos 3:22).

    Pues sí, podemos observar que tanto Felipe, como Pedro aludieron a El, como el Profeta del que habló Moisés. Y el pueblo, ¿qué pensaría, lo vería como profeta?

“Le dijo la mujer: Señor, me parece que tú eres profeta.” (Juan 4:19).
“ Aquellos hombres entonces, viendo la señal que Jesús había hecho, dijeron: Este verdaderamente es el profeta que había de venir al mundo.” (Juan 6:14)
Y todos tuvieron miedo, y glorificaban a Dios, diciendo: Un gran profeta se ha levantado entre nosotros; y: Dios ha visitado a su pueblo. (Lucas 7;16)




    Efectivamente, el pueblo vio claramente que El era profeta, más aún cuando alimentó a los cinco mil con cinco panes y dos peces y cuando resucitó aún a personas muertas, reconocieron que era el Profeta con mayúsculas que dijo Moisés que se levantaría con grandes señales en medio del pueblo.

     Sin embargo, la gran mayoría del pueblo no cumplió con lo que dijo Moisés, reconocieron que era El Profeta, pero no oyeron su mensaje, ni se arrepintieron de sus malas obras, ni escucharon que El era el Mesías que les ofrecía perdón y salvación si tan solamente creían que, efectivamente, era el Hijo de Dios. Por eso el Creador les pidió cuenta, de la misma forma que hará a todo aquel que rechace su mensaje.

     Pero volviendo al tema que nos ocupa, Moisés dio una pista, aparte de las señales, para que la gente pudiera conocer al Profeta. Una prueba:

"Y si dijeres en tu corazón; ¿Cómo conoceremos la palabra que Jehová no ha hablado?; si el profeta hablare en nombre de Jehová, y no se cumpliere lo que dijo, ni aconteciere, es palabra que Jehová no ha hablado; con presunción la habló el tal profeta; no tengas temor de él."

    Efectivamente vamos a comprobar, como todas y cada una de las profecías que dijo Yeshúa en Lucas cap. 21, se cumplieron, se están cumpliendo o están próximas a cumplirse.

      Un día los discípulos comentaban con Yeshúa lo hermosos que eran los edificios del templo que edificó Herodes, a raíz de lo cual, el Maestro les comentó que no quedaría "piedra sobre piedra" de esas bellas construcciones y acto seguido, realizó una serie de profecías, alguna de las cuales se cumplirían poco tiempo después de que finalizara su ministerio y otras en el tiempo del fin, antes de su regreso.

     Entre las primeras encontramos:

-La destrucción del templo y de Jerusalén (Versículo 6): Esto ocurrió en el año 70 de nuestra era, cuando Jerusalén cayó a manos del general romano Tito, durante la primera guerra judeo-romana.




-Guerras, sediciones y autoproclamados Mesías. (Vers.8 y 9) "Él entonces dijo: Mirad que no seáis engañados; porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo, y: El tiempo está cerca. Mas no vayáis en pos de ellos.
 Y cuando oigáis de guerras y de sediciones, no os alarméis; porque es necesario que estas cosas acontezcan primero; pero el fin no será inmediatamente."

    Entre el final del S.I y principios del II, se produjeron una serie de conflictos bélicos entre los judíos y los romanos, en la primera (66 al 73) tuvo lugar la ya mencionada destrucción del templo y de la ciudad de Jerusalén,cientos de miles de judíos fueron masacrados. La segunda llamada la guerra de kitos, es considerada una gran revuelta que se produjo entre los judíos de la diáspora, y la tercera es llamado la rebelión de Bar Kojba ("hijo de la estrella", pues se proclamó que este caudillo era el Mesias) provocó nuevamente muchísimas víctimas y el destierro de los judíos por todo el imperio.



     En estos conflictos se levantaron distintos personajes atribuyéndose facultades mesiánicas, el más importante fue Bar Kojbá que fue proclamado el Mesías por el Rabi Akiva quien era el líder espiritual judío más influyente de la época.

-Persecuciones, vers 12: "...os echarán mano, y os perseguirán, y os entregarán a las sinagogas y a las cárceles, y seréis llevados ante reyes y ante gobernadores por causa de mi nombre."

    En los tres siglos posteriores a la muerte y resurrección de Yeshúa se produjeron hasta diez periodos de intensa persecución contra los cristianos, siendo el de Dioclesiano el peor de todos.





      En cuanto a las señales que anticiparían su regreso, podemos observar como están teniendo su cumplimiento durante el último siglo:

-Versículo 10 "se levantará nación contra nación y reino contra reino". Siempre han existido guerras, pero vemos que no fue hasta el inicio del siglo XX que no alcanzaron un alcance global. (Es lo que significa "nación contra nación y reino contra reino".)




-Versículo 11: "y habrá grandes terremotos, y en diferentes lugares hambres y pestilencias; y habrá terror y grandes señales del cielo."


       Estos sucesos describen lo que ha pasado en los últimos 40 años, con  aumento de terremotos y tsunamis que han causado miles de víctimas, millones de personas pasan hambre, plagas como el Sida, el Ébola, el Cólera, distintos tipos de gripes...






    El texto también menciona que habrá terror, o "sucesos aterradores" dice en otras versiones. Nosotros lo llamamos "terrorismo".


-De las señales que anuncian su regreso, la vuelta de Jerusalén bajo control judío (esto ocurrió tras la guerra de los seis días,  casi dos mil años después de que Yeshúa lo profetizara, en 1967) quizás sea la más clara, pues el Maestro dijo que los judíos serían dispersados por todo el mundo y que la capital hebrea sería pisada, dominada por los gentiles, hasta que los tiempos de estos se cumplieran. 

"Y caerán a filo de espada, y serán llevados cautivos a todas las naciones; y Jerusalén será hollada por los gentiles, hasta que los tiempos de los gentiles se cumplan." (Vers. 24)




-Para finalizar el versículo 25, habla de dos tipos de señales que también estamos contemplando en nuestra época:
"Entonces habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas, y en la tierra angustia de las gentes, confundidas a causa del bramido del mar y de las olas;"

     En los últimos años se ha producido una sucesión de eclipses lunares "lunas de sangre", con la particularidad que cada uno de ellos ha coincidido con alguna de las fiestas bíblicas señaladas en levítico cap. 23.




    En cuanto a la angustia debida al mar y las olas, recientemente la ONU ha advertido que huracanes, ciclones o tormentas tropicales serán cada vez más frecuentes debido al cambio climático. Esto ya lo anunció el Maestro hace 2000 años.



    Por todo lo anterior, si eres creyente, te animo y me animo a no ser ignorante de los tiempos proféticos que vivimos, tal como dice el versículo 28:



     "Cuando estas cosas comiencen a suceder, erguíos y levantad vuestra cabeza, porque vuestra redención está cerca."

    Si no eres creyente, medita y reflexiona: ¿cómo pudo alguien hacer un resumen de lo que iba a suceder en el mundo en un periodo de dos mil años? Como he dicho en ocasiones anteriores, la Biblia no es un libro de leyendas, la historia misma da testimonio de que sus predicciones son verdaderas. En ella se nos habla de la naturaleza pecadora del hombre, de la cual sólo podemos librarnos creyendo en este Ser con mayúsculas, el único que ha andado con integridad en esta tierra, Yeshúa.