martes, 31 de diciembre de 2019

Escrituras y cuidado de la naturaleza. Cambio climático.

     La verdad, es que he tardado en hacerlo, pero al final me he convencido de que sí, de que el creyente debe reciclar, y no solo eso, sino también comprometerse con el bienestar animal y posicionarse contra la explotación desmedida de los recursos naturales. Y es que, como dice la Escritura, "La senda del justo es como la luz de la aurora, que va en aumento hasta que el día es perfecto", y, aunque como todo creyente siempre me he gozado al ver las maravillas de la creación, ha sido a través del estudio de la Torah, cuando me he convencido de la necesidad de cuidar más comprometidamente de ella.

      En Génesis observamos como se le dio al ser humano la capacidad de someter a los animales, de sacar provecho del fruto de la tierra, pero también se le ordenó que la "guardase". (Génesis 2:15).

     Así en cuanto al cuidado de los animales, encontramos bastantes normas éticas en la Torah, por ejemplo:




-No pondrás bozal al buey que trilla. (Deut. 25:4)

    Aunque después Pablo utilizó este versículo para explicar que es justo que el obrero cobre por su trabajo, en el principio vemos como al Eterno le era desagradable que el animal que trabajaba duro ni siquiera pudiera llevarse un bocado.

-Seis días trabajarás, y al séptimo día reposarás, para que descanse tu buey y tu asno... (Éxodo 23:12).

    No sólo para el hombre estaba indicado el descanso.

-...No guisarás el cabrito en la leche de su madre. (Éxodo 23:19)

    No era aceptable delante de YHVH que se cocinara al animal en la leche de su madre.

    También en el libro del profeta Jonás, vemos como el Eterno tuvo compasión, no sólo de las personas de Nínive, sino también de los animales que en ella habitaban:

"¿ Y no tendré yo piedad de Nínive, aquella gran ciudad donde hay más de ciento veinte mil personas que no saben discernir entre su mano derecha y su mano izquierda, Y MUCHOS ANIMALES?

    Así pues, a raíz de este conocimiento me he propuesto intentar consumir productos que no impliquen sufrimiento animal, por ejemplo, huevos de gallinas criados en cautividad o paté de patos engordados artificialmente a base de productos químicos, o comprar prendas compuestas por pieles de animales en peligro de extinción...

     En cuanto al cuidado de la tierra, también encontramos bastantes ejemplos en la Torah, empezando por el descanso sabático:



"...Seis años sembrarás tu tierra, y seis años podarás tu viña y recogerás sus frutos.
     Pero el séptimo año la tierra tendrá descanso, reposo para Jehová; no sembrarás tu tierra, ni podarás tu viña."  (Levítico 25:3-4).

    En la antigüedad, los imperios muchas veces, arrasaban la tierra que conquistaban quemándolo todo e incluso echaban sal en los campos para hacerlos infértiles. Sin embargo, los soldados israelitas tenían otro mandato:

     "Cuando sities a alguna ciudad, peleando contra ella muchos días para tomarla, no destruirás sus árboles metiendo hacha en ellos, porque de ellos podrás comer; y no los talarás, porque el árbol del campo no es hombre para venir contra ti en el sitio." Deuteronomio 20:19.

     También en cuanto a la belleza de la creación, encontramos muchísimo ejemplos, yo sólo voy a poner esta declaración de Yeshúa:

(la imagen es de un lirio israelí).




     "Considerad los lirios, cómo crecen; no trabajan ni hilan; pero os digo que ni Salomón en toda su gloria se vistió como uno de éstos." Lucas 12;27

     Yo conocía de estos textos, pero no me preocupaba en exceso porque pensaba (y pienso) que la suerte sobre la tierra ya está echada, pues todos estos efectos del cambio climático, que voy a enumerar ya estaban previstos en las Escrituras:

     Como resumen podemos decir que el cambio climático afecta a todas las regiones del mundo. Los casquetes polares se están fundiendo y el nivel del mar está subiendo. En algunas regiones, los fenómenos meteorológicos extremos y las inundaciones son cada vez más frecuentes, y en otras se registran olas de calor y sequías.




    Así en cuanto al ascenso del nivel del mar, encontramos este versículo en las escrituras, hablando de las copas de la ira de Dios en Apocalipsis 16:20:

"Y toda isla huyó...", "desapareció"dice  en otras versiones. Hoy día ya han desaparecido varias islas y en otros archipiélagos están haciendo planes para trasladar sus ciudades más al interior, debido al ascenso del mar.

     En cuanto a fenómenos meteorológicos extremos como los huracanes, tenemos la declaración del Maestro en Lucas 21:24 refiriéndose a los sucesos que ocurrirán antes de su venida:

   "...y en la tierra angustia de las gentes, confundidas a causa del bramido del mar y de las olas."

     Y en relación a las olas de calor cada vez más frecuentes e intensas, vemos también en Apocalipsis 16:9 la siguiente declaración:

   " Y los hombres se quemaron con el gran calor, y blasfemaron el nombre de Dios que tiene poder sobre estas plagas, y no se arrepintieron para darle gloria."

      Entonces es verdad e inevitable el juicio del Eterno en estas cuestiones climáticas, causadas por la mano destructora del hombre tal y como dice Apocalipsis 11:18, en una profecía que atañe a nuestro tiempo pues antes del último siglo el hombre no tenía capacidad para destruir la tierra.

     "Y las naciones se enfurecieron, y vino tu ira y llegó el tiempo de juzgar a los muertos y de dar la recompensa a tus siervos los profetas, a los santos y a los que temen tu nombre, a los pequeños y a los grandes, Y DE DESTRUIR A LOS QUE DESTRUYEN LA TIERRA."

   Y leyendo este versículo creo que es preciso que no contribuyamos en lo que dependa de nosotros a esta destrucción, y que desde el principio el Creador valora el cuidado que hagamos de su creación, por lo que debemos actuar en consecuencia.